El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa, lo que implica una progresión más o menos lenta y constante que comporta una inherente necesidad de adaptación al cambio. Desde el momento del diagnóstico, la persona afectada y sus seres queridos más cercanos se ven confrontados con una
El duelo no es solo una reacción tras la muerte de una persona, sino también ante otras pérdidas significativas que sufrimos a lo largo de la vida. La adaptación a la pérdida de un ser querido también se puede hacer en un largo proceso de vida, como sucede cuando se convive con un ser
Llevar una alimentación variada y equilibrada es indispensable para aportar a nuestro cuerpo todos los nutrientes que necesita. La dieta tiene un papel fundamental en la salud de nuestro cerebro. Si la cuidamos, contribuiremos a una mejor salud global y a que nuestro cerebro sea más
Disfrutar de actividades que nos resultan placenteras nos aporta bienestar y añade plenitud a nuestras vidas. Cuando aparecen ciertas enfermedades, parece que se pierde la capacidad de realizar muchas de ellas cuando, a veces, se podrían continuar disfrutando, con las adaptaciones
Existen ciertos ejercicios y juegos para personas con Alzheimer que pueden ayudar a mejorar su psicomotricidad. En este artículo hablaremos de los beneficios que aporta la estimulación de la psicomotricidad y sugerimos algunas pautas y actividades que pueden enfocarse como juegos de
Convertirse en el la persona cuidadora principal de un familiar con Alzheimer exige una atención continua y una constante adaptación a nuevas situaciones relacionadas con el avance de la enfermedad y la pérdida de autonomía de la persona afectada, todo ello fuente generadora de ansiedad.
Las personas cuidadoras de personas con Alzheimer están expuestos a lo que se conoce como el síndrome de sobrecarga de la persona cuidadora.
La apatía es uno de los síntomas conductuales más frecuentes en la enfermedad de Alzheimer (se presenta, según diferentes estudios, en cerca de un 65% de los casos), conllevando, frecuentemente, una progresión más rápida del deterioro cognitivo y funcional.
A pesar de experimentar las primeras dificultades o síntomas evidentes, las personas diagnosticadas de Alzheimer, al principio, pueden llevar a cabo sin ayuda la mayoría de sus actividades de la vida diaria.
Desde que se recibe el diagnóstico de enfermedad de Alzheimer en un ser querido, toda la familia, pero, principalmente, quién le cuidará, emprende necesariamente un camino que será duro y complejo.